La estenosis de la unión pieloureteral es el estrechamiento de los uréteres, los finos conductos que conducen la orina desde los riñones hasta la vejiga. En función del grado en el que se presente esta afección, puede ser severa para la persona que lo padezca, ya que la obstrucción de las vías urinarias puede ser total.
El síndrome de la unión pieloureteral puede darse de forma congénita (causa primaria) o bien a causa de una lesión, una enfermedad u otro elemento que produzca compresión desde fuera a un uréter sano (causa secundaria).
La Pieloplastia es una cirugía indicada en casos avanzados de estenosis pieloureteral, ya que consiste en la eliminación de la obstrucción de los uréteres mediante la reconstrucción tanto de estos conductos como de la pelvis renal.
Es así como los cirujanos consiguen reconstituir el flujo de orina de forma natural, sin necesidad de implantar un stent en los uréteres ni tampoco de implantar un catéter a través del cual poder drenar la orina de forma artificial.
Existen dos tipos de tratamiento para la estenosis pieloureteral:
Esta cirugía se desarrolla en las siguientes fases:
Preparación
Antes de la Pieloplastia es necesario llevar a cabo varias pruebas diagnósticas para garantizar la seguridad de la cirugía:
Además, el equipo médico determinará qué medicamentos pueden tomarse durante los días previos a la cirugía y cuáles de ellos hay que evitar a toda costa.
La Pieloplastia se realiza con anestesia general, por lo que requiere de hospitalización en el Hospital Universitario La Moraleja. Si se opta por la cirugía robótica para tratar la estenosis de la unión pieloureteral, el abordaje quirúrgico se realizará a través de pequeñas incisiones para poder introducir los brazos del robot Da Vinci, mientras que si se elige la cirugía abierta la incisión será de mayor tamaño y en la zona del costado.
Tras la cirugía, siempre se deja un catéter interno (doble J), esto es, un pequeño tubo que permite que la orina fluya correctamente y que la zona cicatrice de forma adecuada. Este tuvo está interno y no supone más que leve molestia posterior, sin ser visible ni producir otras alteraciones, y que se retirará en un plazo aproximado de 4-6 semanas.
Sea como fuere, el objetivo de esta operación consiste en cortar el segmento de uréter estrecho y reconstruir la zona para restablecer el flujo adecuado de la orina.
Tras la cirugía de Pieloplastia, que podrá durar entre 90 y 180 minutos aproximadamente, puede ser habitual sentir algo de dolor, así como molestias al miccionar. Además, puede ser frecuente sentir ganas de orinar asiduamente.
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