La ecografía de mama se utiliza habitualmente para evaluar nódulos o masas detectados previamente en la mama durante un examen físico o una mamografía. Permite valorar la naturaleza de un bulto, es decir, si es sólido o líquido, y determinar si es necesario realizar una biopsia del mismo con el objetivo de obtener más información sobre él.
La ecografía mamaria es, por tanto, enormemente útil en la detección temprana del cáncer de mama.
Puede utilizarse también como guía para procedimientos intervencionistas, para valorar el estado de las prótesis de mama y valorar la estabilidad o la respuesta a tratamiento de determinados nódulos.
La ecografía mamaria es un examen médico no invasivo que basa su funcionamiento en el uso de ondas sonoras de alta frecuencia que proporcionan imágenes detalladas de los tejidos mamarios. Al no ser un método que emplee radiación ionizante, esta prueba diagnóstica ofrece una gran seguridad a los pacientes, pudiendo utilizarse incluso en pacientes embarazadas con absoluta seguridad para el feto.
Saber qué detecta una ecografía de mama es la mejor manera de comprender por qué un médico puede haber solicitado su realización:
La ecografía de mama no requiere de ningún tipo de preparación previa por parte de la paciente, que puede hacer vida normal hasta el momento de acudir a su centro de salud Sanitas más cercano.
Una vez en la consulta, el proceso suele seguir estos pasos:
Lo habitual es que dure entre 10 y 15 minutos.
El mejor momento para hacerse una ecografía de mama varía de una mujer a otra, ya que depende de diferentes factores como son la edad, los antecedentes familiares, antecedentes personales y la densidad mamaria.
En líneas generales, se recomienda que las mujeres se realicen una mamografía y una ecografía mamaria anual a partir de los 40 años.
Sin embargo, en caso de tener antecedentes genéticos, lo aconsejable es consultar con su médico que valorará la necesidad de adelantar dichas pruebas.
En caso de portadoras de prótesis mamarias, la ecografía está indicada anualmente desde el segundo año de la cirugía.
Es una técnica segura para la valoración de las mamas de las pacientes menores de 40 años.
Por supuesto, en caso de detectar cualquier tipo de anomalía en un examen físico, lo más aconsejable es consultar con su médico que le indicara la necesidad de hacerse una ecografía mamaria cuanto antes en un centro médico Sanitas.
En el Hospital Universitario La Moraleja realizamos tanto ecografías de mama como Ecografía automática ABUS en 3D en función de las necesidades médicas del paciente.
Algunos resultados de ecografía de mama se obtienen en el mismo momento en el que se realiza esta prueba diagnóstica, ya que las imágenes se obtienen en tiempo real. Sin embargo, en función de los resultados que arroje la ecografía mamaria, es posible que haya que esperar unos días hasta la realización del informe por parte del equipo médico del centro.
Además, en determinados casos será necesario practicar pruebas complementarias como una mamografía o una biopsia, por lo que los resultados finales pueden demorarse más tiempo.
Aunque la mamografía y la ecografía de mama se utilizan para detectar y diagnosticar anomalías en los tejidos internos de los senos, existen ciertas diferencias entre ambos procedimientos:
Finalmente, mientras la mamografía puede resultar dolorosa por momentos, la ecografía de mama es generalmente indolora.
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