ACTUALIDAD Y CONSEJOS DE SALUD
Artículo validado por Dra. Ana María Román Guindo, Jefe de Ginecología
Las mujeres embarazadas deben mantener una dieta equilibrada durante todo el periodo de gestación, pero comer mariscos en el embarazo puede ocasionar contratiempos de salud si no se hace adecuadamente. Sí, se puede comer mariscos en el embarazo, pero siguiendo unas pautas esenciales a la hora de consumir este tipo de producto marino.
Durante el embarazo, se recomienda evitar el consumo de marisco crudo debido al riesgo de contaminación que conlleva, lo cual supera los posibles beneficios de su ingesta. No obstante, se permite el consumo de pescado, tanto azul como blanco, siempre y cuando esté bien cocinado y previamente congelado durante al menos tres días.
El pescado es una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico y contiene nutrientes esenciales como el yodo, selenio, calcio y vitaminas A y D, además de ácidos grasos Omega 3. Por supuesto, sí se puede comer marisco cocido durante el embarazo, aunque asegurarse de cocinar adecuadamente el marisco es fundamental para evitar riesgos como la salmonelosis, la anisakiasis y la toxoplasmosis durante el embarazo.
El consumo de marisco crudo durante el embarazo conlleva ciertos riesgos que las futuras mamás deben tener en cuenta para proteger tanto su salud como la del bebé en desarrollo. Aunque el marisco puede ser una fuente de nutrientes valiosos, es importante conocer los peligros asociados a él para poder tomar las precauciones adecuadas antes de ingerirlo.
La salmonelosis es una infección bacteriana que puede transmitirse a través del consumo de marisco crudo contaminado con la bacteria Salmonella. Durante el embarazo, esta enfermedad puede tener efectos graves en la salud de la madre y el feto. Los principales síntomas incluyen fiebre, diarrea, dolor abdominal y vómitos. Para evitar esta infección, es esencial asegurarse de que el marisco esté bien cocinado antes de consumirlo.
El Anisakis es un parásito nematodo presente en los pescados de mar y los cefalópodos, como los calamares y las sepias. Si una mujer embarazada consume marisco crudo o poco cocinado que esté infectado con larvas de Anisakis, puede desarrollar una enfermedad llamada anisakiasis. Esta enfermedad puede causar síntomas gastrointestinales y reacciones alérgicas. Por lo tanto, es importante evitar el consumo de marisco crudo para prevenir la infección por Anisakis.
La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii, que puede encontrarse en mariscos crudos contaminados. Durante el embarazo, esta infección puede resultar peligrosa porque puede transmitirse al feto y provocar problemas de salud graves. Es esencial asegurarse de que el marisco esté bien cocinado además de tomar otras precauciones higiénicas para evitar la toxoplasmosis.
Evitar el consumo de marisco crudo durante el embarazo es crucial debido al alto riesgo de contaminación y las consecuencias negativas que esto puede tener para la salud. A la hora de comer marisco, se aconseja que esté bien cocinado, ya que solo así es 100% seguro para el consumo durante los meses de gestación y puede proporcionar nutrientes beneficiosos.
Además, durante el embarazo es esencial seguir una dieta equilibrada y saludable, siguiendo las recomendaciones de especialistas y evitando aquellos alimentos que representen riesgos para la madre y el bebé.
Comer mariscos en el embarazo requiere de ciertas precauciones que garanticen poder evitar riesgos de contaminación. ¿Una embarazada puede comer marisco? Sí, pero lo más apropiado es que siga estas recomendaciones para consumir marisco de forma segura durante esta etapa tan especial:
Las recomendaciones a la hora de consumir mariscos en el embarazo pueden variar en función de la ubicación geográfica y las circunstancias personales de cada mujer, por lo que es esencial consultar con un médico o profesional de la salud para obtener orientación específica sobre el consumo de mariscos durante el embarazo.
Tomar medidas de precaución garantiza una alimentación segura y saludable para la madre y el bebé.
El marisco puede contener una sustancia problemática para embarazadas: el mercurio. Algunos tipos de mariscos pueden acumular niveles elevados de mercurio, lo que representa un riesgo para el desarrollo del cerebro del feto. Durante el embarazo, se debe tener precaución con el consumo de marisco y optar por variedades cocinadas adecuadamente para evitar riesgos de infecciones o contaminación como las descritas previamente.
Sí, se puede comer marisco cocido durante el embarazo. El marisco, como el pescado, es una fuente de proteínas y nutrientes beneficiosos para la salud durante la gestación. Sin embargo, es importante cocinar adecuadamente el marisco para evitar riesgos de infecciones alimentarias y contaminación.
El marisco cocido es una fuente saludable de proteínas, ácidos grasos omega-3 y otros nutrientes esenciales para la madre y el bebé.
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