ACTUALIDAD Y CONSEJOS DE SALUD
El dolor discogénico es el dolor lumbar que se produce por la degeneración de los discos intervertebrales, que son pequeñas almohadillas que separan las vértebras que conforman la columna vertebral. Los discos intervertebrales están formados por un anillo cartilaginoso, llamado anillo fibroso, que rodea el núcleo pulposo, que está compuesto por una sustancia gelatinosa. Estos discos aportan flexibilidad a la columna y ayudan a amortiguar el peso que recibe, distribuyendo las cargas para que no se dañe.
Cuando los discos intervertebrales se degeneran, aparece un dolor de intensidad variable, habitualmente en la parte lumbar baja, que en ocasiones puede ser muy incapacitante. Sentarse, flexionar la columna, cargar peso, mantener una misma postura durante mucho tiempo o, incluso, toser pueden convertirse en acciones muy dolorosas. Además de limitar las actividades de la vida diaria, el dolor discogénico es un motivo frecuente de consulta en las unidades de dolor y una causa habitual de absentismo y/o baja laboral.
La principal causa del dolor discogénico por degeneración de los discos intervertebrales es la edad; es decir, el proceso natural de envejecimiento que causa el deterioro progresivo de los discos. Pero también puede ser consecuencia de golpes, fracturas o algunas enfermedades, como ciertos tumores, que favorecen su desgaste.
Para prevenir o retrasar la degeneración de los discos intervertebrales y el dolor discogénico asociado, es muy importante mantener la salud de la columna y evitar las actividades que puedan favorecer el desgaste los discos, como las que implican cargar peso, o los trabajos y deportes que tengan gran impacto sobre la columna.
Asimismo, es importante adoptar buenas posturas, mantener un peso adecuado, realizar actividad física moderada y evitar el tabaco, ya que es un importante factor de riesgo de degeneración discal.
El dolor discogénico debe tratarse inicialmente de manera conservadora mediante el uso de tratamiento analgésico y fisioterapia. Sin embargo, en algunos pacientes este tratamiento no consigue aliviar los síntomas de manera prolongada.
En estos casos, desde la Unidad del Dolor del Hospital La Moraleja se ofrecen tratamientos intervencionistas, como por ejemplo los bloqueos epidurales con fármacos anestésicos y corticoides; terapias de radiofrecuencia sobre los nervios periféricos, o terapias sobre el disco, como la nucleoplastia.
Estos tratamientos intervencionistas consiguen mejorar significativamente el dolor discogénico y se realizan en quirófano guiados por rayos X, con anestesia local y sedación si el paciente lo precisa.
La duración aproximada de estos procedimientos es de entre 30-40 minutos y tienen una eficacia esperada del 90% de los casos.
En la Unidad del Dolor del Hospital La Moraleja contamos con especialistas con amplia experiencia en el abordaje del dolor discogénico, quienes cuentan con las herramientas diagnósticas y la tecnología más avanzada para determinar el mejor tratamiento para cada paciente.
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